martes, 6 de febrero de 2018

La Civilización Griega

La civilización griega comprendía una considerable área de 77.000 km², que abarca tres regiones: Grecia Asiática, situada en una estrecha franja en Asia Menor, Grecia Insular, en las islas de los mares Jonio y Egeo, y Grecia continental, al sur de la Península Balcánica. La mayor parte del relieve de esas regiones era montañoso, con un suelo impropio para el desarrollo de la agricultura, realidad que llevó a los griegos a hacer del comercio marítimo su principal actividad económica. 

Además, ese fue uno de los factores que resultaron en el surgimiento de ciudades-estados independientes y alejadas unas de otras. Poblada por aqueos, jonios, eolios y dorios, la Grecia Antigua es considerada la cuna de la civilización occidental. La historia de la civilización griega se divide en cuatro fases: período Homérico, Arcaico, Clásico y Helenístico.

Período Homérico

Tal fase (siglo XII al VIII aC) está marcada por la sociedad dividida en genos, grandes grupos familiares que tenían un descendiente en común. Cada grupo estaba encabezado por el patriarca, poseedor de poder político, económico, jurídico y religioso. Además, las propiedades de tierras eran colectivas y había una economía de subsistencia. Sin embargo, poco a poco algunos miembros de los genos comenzaron a reivindicar porciones más extensas, conforme a su grado de parentesco con el patriarca. Así, surgía la propiedad privada y las clases sociales.

Período Arcaico

Con el fin de proteger sus intereses, entre los siglos VIII y VI aC los genos comenzaron a unirse. La unión de dos genos dio origen a las fratrias, que se agruparon y posteriormente formaron las tribus. A pocos, ese proceso de unificación entre varias tribus dio origen a las polis, es decir, a las ciudades-estados (Atenas, Esparta, Tebas, Corinto, Mileto, entre otras). Otro hecho importante del Período Arcaico fue la expansión colonial derivada de la búsqueda de nuevas tierras y alimentos fuera de Grecia, lo que resultó en la fundación de diversas colonias en la costa de los mares Mediterráneo, Egeo y Negro.

Período Clásico

En el Período Clásico (siglo VI al IV aC), Grecia conoció su apogeo, aunque también se había involucrado en numerosos conflictos. Las Guerras Médicas fueron resultado de la disputa entre griegos y persas por la supremacía marítima del Mundo Antiguo. La guerra del Peloponeso fue otro importante conflicto entre la Confederación de Delos, encabezada por Atenas, y la Liga del Peloponeso, encabezada por Esparta.

Período Helenístico

Después de la Guerra del Peloponeso, Grecia se debilitó y acabó convirtiéndose en un blanco fácil para Felipe II, rey de los macedonios en el 338 aC Su hijo, Alejandro Magno, asumió el poder y adoptó una política expansionista, conquistando diversas regiones y provocando la fusión cultura griega con la cultura oriental.

Civilización Griega - Religión y Cultura

Los griegos eran pueblos politeístas, o sea, creían en varios dioses. Su principal divinidad era Zeus, símbolo de la justicia, razón y autoridad. Los dioses griegos eran muy semejantes a los hombres: se casaban, tenían hijos, sentían amor y odio. Además de ellos, había los semidios, héroes y muchas leyendas. El conjunto de estas creencias se llama mitología.

Los griegos tuvieron gran importancia en el desarrollo de la ciencia, las artes y la filosofía, ya que Grecia es considerada la cuna de la civilización occidental. El clima de libertad de las ciudades favoreció el surgimiento de los primeros filósofos, como Sócrates, Platón y Aristóteles. En las artes, los griegos tuvieron destaque en la escultura (Fídias, Míron y Praxíteles) y arquitectura (estilo dórico, jónico y corintio). Algunos dramaturgos, como ésos, Spofocles, Eurípedos y Aristóteles fueron muy importantes. Grandes obras de la Edad Media, como el Coloso de Rodas y el Faro de Alejandría, fueron inspiradas en el arte helenístico.

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