lunes, 15 de enero de 2018

Las creencias religiosas de la época prehistórica



dioses en la prehistoria

La idea de un poder superior ha estado presente desde las primeras comunidades humanas hasta el día de hoy en el sistema de creencias de todas las religiones actuales.

La forma como vivían los antiguos pueblos primitivos condicionaba su manera de entender este poder superior y de relacionarse. Así, los pueblos agrícolas, que dependían de la tierra y de los productos que daba, veían a este poder como alguien que les aseguraba las cosechas si hacían las oraciones y los sacrificios apropiados, es decir, veían a Dios como la 'madre tierra'. Si, en cambio, eran cazadores, lo veían como alguien que los guiaba hacia las zonas apropiadas y les proporcionaba las piezas de caza, lo veían como el Señor de los animales. Y si eran pueblos nómadas, veían a Dios como alguien que les protegía en sus trayectos trashumantes, es decir, lo veían como un padre protector.

La visión de Dios, por tanto, dependía del contexto social en que vivían los pueblos primitivos en la edad antigua. De ahí que al principio pensaran menudo que en realidad eran varios Dioses los que había, uno para cada pueblo.

El hombre primitivo veía que había unos fenómenos naturales que no controlaba, ya los que, quisiera o no, estaba sometido: los ritmos de las naturaleza marcaban las épocas en las que se había de labrar, o marcaban la época de fertilidad de los animales, en la que se debía dejar de cazar para que se pudieran reproducir. Había fuerzas como terremotos, inundaciones o huracanes, que podían arrasar en un momento lo que habían construido con mucho esfuerzo. Había enfermedades, plagas y sequías que de pronto asolaban a todo un pueblo.

Había también el nacimiento, y la muerte, que quisieran o no llegaba a todos los miembros de la tribu. Es a partir de esta conciencia de un poder superior, fuera de su alcance, que empezaron a desarrollar su religiosidad. Sus rituales de oraciones y sacrificios estaban orientados a apaciguar el hurón de aquel poder ya obtener su benevolencia, no sólo en la vida presente sino también en la vida futura, en el más allá.

Hoy en día, gracias a los hallazgos arqueológicos, sabemos que, aparte de la creencia en un poder superior, la creencia en el más allá era una de las creencias religiosas más importantes en la época prehistórica. Lo sabemos por la posición en que enterraban a sus difuntos: la posición fetal. Esta es también la posición de los bebés en el vientre de la madre, y los arqueólogos han deducido de este modo de enterrar que los primeros seres humanos veían la muerte como un nacimiento a una nueva vida, y por tanto creían en el más allá .

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